ESMA emite nuevas directrices para la implementación de informes de sostenibilidad corporativa

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha lanzado directrices clave y una declaración pública para apoyar a las empresas en la adopción de los Estándares Europeos de Informes de Sostenibilidad (ESRS). Este esfuerzo se enmarca en la implementación de la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), una normativa que actualiza y amplía los requisitos de la anterior Directiva de divulgación de información no financiera (NFRD).

La CSRD, que entró en vigor a principios de 2024, representa un cambio significativo en la normativa de sostenibilidad de la UE, aumentando el número de empresas obligadas a reportar información de sostenibilidad de 12.000 a más de 50.000. La directiva exige informes detallados sobre los impactos ambientales, derechos humanos, normas sociales y riesgos relacionados con la sostenibilidad, aplicándose inicialmente a grandes empresas de interés público con más de 500 empleados y extendiéndose a empresas más pequeñas y pymes cotizadas en los años siguientes.

En su reciente declaración pública, la ESMA resalta la importancia de que las empresas establezcan sistemas robustos de recopilación y gestión de datos para cumplir con los nuevos estándares de sostenibilidad. La autoridad reconoce los desafíos que enfrentan las empresas en la primera aplicación de los ESRS, especialmente en términos de disponibilidad y calidad de los datos. La ESMA insta a las empresas a desarrollar o fortalecer su infraestructura de datos de sostenibilidad y a realizar evaluaciones de materialidad exhaustivas para cumplir con los requisitos de doble materialidad de la CSRD.

Este enfoque de «doble materialidad» exige que las empresas reporten tanto sobre los riesgos y el impacto de las cuestiones de sostenibilidad en la empresa como sobre los impactos de la empresa en el medio ambiente y la sociedad. La ESMA subraya la necesidad de que las empresas reconsideren sus procesos de materialidad para alinearse con estos nuevos requisitos y proporcionar total transparencia sobre dichos procesos.

El informe de la ESMA también pone énfasis en la preparación de informes de sostenibilidad que estén listos para la digitalización y que integren de manera efectiva la información financiera y de sostenibilidad. La autoridad destaca que las empresas deben establecer acuerdos de gobernanza y controles internos adecuados, y asegurar la conectividad entre la información financiera y de sostenibilidad, incluida la notificación de las conexiones dentro de la declaración de sostenibilidad como parte de la divulgación de información sobre los efectos financieros actuales y previstos.

Además, la CSRD incluye una desgravación transitoria durante los primeros tres años para las empresas que no puedan obtener información completa de sus cadenas de valor iniciales. Sin embargo, la ESMA recuerda que la falta de datos no justifica la omisión de información relevante, y anima a las empresas a realizar evaluaciones de deficiencias para permitir una mejora continua en la calidad de los informes.

ESMA recuerda en su informe “Off to a good start” los siguientes pasos para los emisores:

Fuente: ESMA. First application of ESRS by large issuers.

En línea con su objetivo de promover los mercados de capitales europeos como líderes en finanzas verdes, la ESMA también ha presentado su Informe Final sobre las Directrices sobre la Aplicación de la Información de Sostenibilidad (GLESI). Este informe busca armonizar las prácticas de supervisión en la UE, fomentando un enfoque unificado entre las autoridades nacionales para mejorar la claridad y comparabilidad de la información de sostenibilidad para los inversores.

La ESMA se compromete a monitorear continuamente las prácticas de presentación de informes de sostenibilidad y a facilitar un proceso de adopción más fluido para las empresas. En los próximos meses, la ESMA publicará recomendaciones adicionales sobre las declaraciones de sostenibilidad de las empresas que cotizan en bolsa y continuará supervisando la aplicación de las directrices GLESI, con traducciones disponibles en todos los idiomas de la UE.

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