[h4_heading]Los informes corporativos ya no eluden los impactos ambientales derivados del comportamiento de la organización.[/h4_heading]
En la última década, las empresas han tenido que adaptarse a “la nueva era de la transparencia”. Por ello las organizaciones publican sus datos ambientales y definen las acciones en las que están implicadas para minimizar el impacto ambiental que ocasiona su actividad.
La involucración medioambiental es ahora un importante valor competitivo y en auge.
Sin embargo, hay empresas, que aún tienen que darse cuenta de los beneficios que les aporta rendir cuentas sobre su comportamiento ambiental.
El valor de la transparencia
En determinados sectores, no existe una apreciación completa del concepto de transparencia y se tiene cierto desconocimiento sobre el tipo de información que debe de ser compartida por la organización y cómo de exacta o de verificable debe de ser esta información que se comunica.
Para ello lo primero que se debe entender y aceptar es que la transparencia no es una opción. Es una realidad que impregna todos los aspectos de la sociedad y que en su totalidad está presente en Twitter, Instagram, Facebook y las redes sociales.
Ya sea de manera voluntaria o no, la información acaba llegando por muchas vías al público.
La única opción real para los gestores es convertir internet y las redes sociales en un activo corporativo o un canal de comunicación que impacte especialmente en la comunidad de inversores y en el mercado.
Honestidad como ventaja competitiva
Una empresa que no es transparente con los datos que divulga se arriesga a empañar su reputación. Una reputación dañada conlleva desviaciones económicas costosas y costes en tiempo no previstos para reconducir la situación (lucha contra los rumores, onerosos procesos judiciales…).
Por lo tanto, cualquier inversión orientada a proyectar transparencia en la presentación de información está justificada convirtiéndose en una importante ventaja competitiva.
Información exacta, honesta y completa
La primera regla de oro a la hora de analizar cómo se lleva a cabo la divulgación de información sobre sostenibilidad es asegurarse que no estemos publicando datos incomprensibles que puedan dar cabida a sospechas sobre la veracidad de lo que se publica.
Es importante saber, que, en última instancia, los datos incómodos o negativos se acaban por revelar. Por eso, si hay una verdad incómoda que pueda afectar la reputación de una empresa, se debe actuar con perspicacia, sin faltar a la honestidad y demostrando los esfuerzos que se están haciendo para resolver las situaciones.
Control de los factores externos
Para evitar las situaciones incómodas y de crisis es necesario controlar los factores externos vinculados a la organización. Como son, entre otros, los impactos ambientales derivados de la actividad de la organización, los accidentes ocurridos, los efectos ocasionados sobre el medio etc.
La negación no es una estrategia efectiva. Tampoco evadir la responsabilidad o las obligaciones
La identificación de un problema antes de que ocurra es el ejemplo más tangible de liderazgo que existe en el mundo empresarial, y el último modelo de excelencia en la era de la transparencia.