Por primera vez en la historia, las energías eólica y solar generaron más electricidad que los combustibles fósiles en la Unión Europea durante el primer semestre de 2024, según un reciente análisis del grupo Ember. Estas energías renovables representaron el 30% de la electricidad producida en la UE, superando al 27% generado por fuentes fósiles como el carbón y el gas, que experimentaron una caída del 17%.
Este cambio marca un hito en la transición energética de la región. La caída en el uso de combustibles fósiles coincide con una recuperación moderada de la demanda eléctrica, que aumentó un 0,7% tras la pandemia de COVID-19 y la crisis de precios del gas. Sin embargo, el crecimiento de las energías renovables, principalmente la eólica y la solar, no solo compensó este aumento en la demanda, sino que superó significativamente a las fuentes tradicionales.
El descenso en el uso de carbón fue notable, con una reducción del 24%, mientras que el gas natural disminuyó un 14%. Estos resultados subrayan un cambio estructural, donde las políticas energéticas europeas están avanzando hacia una menor dependencia de los combustibles fósiles y una mayor adopción de fuentes limpias.
El informe destaca que el incremento en la generación de electricidad a partir de energía eólica y solar no es un fenómeno estacional. Las condiciones climáticas más favorables y una mayor producción hidroeléctrica contribuyeron, pero el factor principal fue el aumento sostenido de la capacidad instalada de energías renovables.
España ha sido uno de los países más avanzados en la adopción de renovables. En mayo de 2024, más del 50% de la electricidad del país provino de fuentes eólicas y solares, un récord que confirma el éxito de sus políticas energéticas.
Este cambio histórico refuerza la posición de la UE como líder mundial en la lucha contra el cambio climático y muestra que la transición hacia un sistema energético basado en energías renovables es no solo posible, sino también rentable y eficiente.
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