El interés de los inversores en fondos dedicados a la transición energética ha experimentado un notable cambio, con un enfoque creciente en empresas que facilitan el cambio de modelos económicos contaminantes hacia modelos sostenibles. Un informe reciente de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) revela que los flujos netos hacia fondos enfocados en la transición han casi duplicado a los dirigidos a fondos ambientales durante los últimos dos años.
Este informe semestral de la ESMA, titulado “Tendencias, Riesgos y Vulnerabilidades” (TRV), destaca la urgencia de una «financiación significativa tanto pública como privada» para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo y apoyar la transformación verde de la economía. A pesar del prometedor crecimiento en el interés por inversiones sostenibles en años recientes, la ESMA expresa preocupación por la capacidad de mantener el flujo de capital privado hacia la transición, especialmente a la luz de la presión política en Estados Unidos, que ha llevado a una mayor cautela en torno a las inversiones ESG y el compromiso de los accionistas.
Frente a estas tensiones, el informe indica que la adopción de inversiones ESG y el crecimiento de los mercados ESG se han estancado en 2023. El interés en productos con características sostenibles ha permanecido relativamente estable en la primera mitad de 2024.
Aunque la categoría “fondos de inversión en transición” emergente sigue siendo pequeña, con un patrimonio de 39.000 millones de euros frente a los 260.000 millones de euros en fondos con denominaciones como ‘verde’ o ‘bajo carbono’, los flujos netos hacia estos fondos han duplicado el ritmo de sus contrapartes verdes en los últimos dos años.
Este crecimiento en los fondos de transición sigue las recientes recomendaciones de la ESMA para establecer un sistema de categorización para inversiones sostenibles y de transición. En una evaluación de junio de 2024 sobre el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) de la UE, las Autoridades Europeas de Supervisión (ESAs), incluida la ESMA, propusieron la creación de una categoría de Transición para productos financieros que inviertan en actividades o activos que aún no son sostenibles pero que tienen el potencial de convertirse en sostenibles con el tiempo, alineándose con los objetivos ambientales y sociales de la UE y globales.
Este cambio en la tendencia de inversión hacia fondos de transición energética resalta la importancia de contar con soluciones tecnológicas que faciliten la transformación de sectores tradicionales hacia modelos sostenibles. En Laragon/ALL4, ofrecemos soluciones innovadoras que apoyan a las empresas en este camino hacia la sostenibilidad, proporcionando herramientas de automatización, optimización energética y gestión de infraestructuras críticas.