En el actual panorama empresarial, marcado por una creciente volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA por sus siglas en inglés: Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity), empresas líderes están respondiendo de manera innovadora a los riesgos asociados a factores medioambientales, sociales y de gobierno (ESG).
El Marco de Gestión del Riesgo Empresarial (ERM) definido por COSO (Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission) destaca la importancia de identificar y gestionar estos riesgos, que van más allá de las consideraciones puramente financieras. Reconoce que aspectos como el cambio climático, la cohesión social y los desafíos geopolíticos pueden tener un impacto significativo en la sostenibilidad y el crecimiento de las empresas.
El Informe de Riesgos Mundiales 2023 del Foro Económico Mundial ha identificado varios riesgos clave en el corto plazo. Estos incluyen el aumento en el costo de la vida, desastres naturales y cambios climáticos extremos, confrontaciones geoeconómicas, deficiente mitigación del cambio climático y erosión de la cohesión social y polarización de la sociedad. Estos riesgos son un recordatorio contundente de que las empresas no solo enfrentan desafíos financieros, sino también una serie de desafíos multidimensionales que deben abordarse de manera integral.
El Estudio de Gestión de Riesgos en Latinoamérica 2023, llevado a cabo por la empresa Pirani, ha revelado las principales preocupaciones de las empresas. Estas incluyen la ciberseguridad y protección de datos, el cambio regulatorio y el cumplimiento normativo, el fraude y delitos financieros, situaciones que puedan afectar la continuidad del negocio, y la incertidumbre macroeconómica y geopolítica. Estos riesgos se han convertido en desafíos críticos que requieren una gestión proactiva y efectiva.
Sin embargo, el estudio también ha señalado una dificultad recurrente en la gestión de riesgos: la falta de una cultura de riesgos y la concienciación de todo el personal en las empresas. Esto plantea preguntas fundamentales para los gerentes, directivos y colaboradores: ¿Están las empresas al tanto de las herramientas disponibles para gestionar estos riesgos? ¿Están preparadas para enfrentar los desafíos de un entorno empresarial en constante cambio? Para abordar estos desafíos, las empresas están explorando estrategias innovadoras que van más allá de las prácticas tradicionales de gestión de riesgos.
La Comisión Europea, por ejemplo, ha introducido la guía CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) como parte de su compromiso con la sostenibilidad. Esta guía tiene como objetivo mejorar los informes de sostenibilidad y establecer requisitos más rigurosos para la divulgación de información relacionada con los factores ESG. Estas regulaciones no solo buscan evaluar los riesgos de sostenibilidad, sino también fomentar decisiones más informadas y responsables por parte de los inversores.
La tecnología desempeña un papel crucial en la gestión de riesgos ESG. Desde el uso de análisis de datos avanzados para identificar riesgos emergentes y su tratamiento, hasta la implementación de sistemas de seguimiento en tiempo real, las empresas están recurriendo a la tecnología para fortalecer su enfoque en la sostenibilidad y la gestión de riesgos.
En Laragon llevamos años de experiencia implementando tecnologías innovadoras para ayudar a las empresas a no solo abordar la gestión de estos riesgos, sino también a identificarlos dentro de sus estrategias de sostenibilidad y ESG -como concepto actual-.